Fact Check: Todos los políticos tienen intereses oscuros bajo sus fachadas de discursos y promesas gratas. Tanto de derechas como de izquierdas.

Fact Check: Todos los políticos tienen intereses oscuros bajo sus fachadas de discursos y promesas gratas. Tanto de derechas como de izquierdas.

Published April 16, 2025
VERDICT
Mostly False

# Análisis del Claim: "Todos los políticos tienen intereses oscuros bajo sus fachadas de discursos y promesas gratas. Tanto de derechas como de izquie...

Análisis del Claim: "Todos los políticos tienen intereses oscuros bajo sus fachadas de discursos y promesas gratas. Tanto de derechas como de izquierdas."

1. Introducción

La afirmación de que "todos los políticos tienen intereses oscuros bajo sus fachadas de discursos y promesas gratas" sugiere que tanto los políticos de derecha como de izquierda ocultan intenciones y motivaciones que no son evidentes en su discurso público. Este tipo de declaración puede resonar con el escepticismo general hacia la clase política, pero requiere un análisis cuidadoso y basado en evidencia para evaluar su veracidad.

2. What We Know

Existen diversos estudios y artículos que abordan la relación entre el discurso político y la percepción pública de los políticos. Por ejemplo:

  • Un artículo sobre la demanda moral hacia los políticos en México sugiere que hay una creciente desconfianza hacia ellos, lo que podría respaldar la idea de que los ciudadanos perciben intereses ocultos en sus discursos 1.
  • Un análisis del discurso político indica que muchas promesas electorales son vistas como vacías o engañosas, lo que contribuye a la desconfianza generalizada hacia los políticos 6.
  • La incoherencia entre lo que los políticos dicen y lo que hacen se menciona como un factor que alimenta el desprestigio de la clase política 6.

3. Análisis

Al evaluar la afirmación, es crucial considerar la credibilidad de las fuentes y la metodología detrás de sus hallazgos:

  • Fuente 1: Este artículo académico explora la percepción de los políticos en México, pero su enfoque puede estar limitado a un contexto específico, lo que podría no ser representativo de la situación global.
  • Fuente 6: Publicado recientemente, este artículo analiza la incoherencia en el discurso político. Sin embargo, es importante considerar si el análisis se basa en datos empíricos o en opiniones, lo que podría influir en su objetividad.
  • Fuente 9: Este artículo discute el "lado oscuro" de las promesas de campaña, sugiriendo que estas promesas a menudo no son cumplidas. Sin embargo, el autor puede tener un sesgo hacia una perspectiva negativa de la política, lo que podría afectar su análisis.

Además, es relevante cuestionar si la generalización de que "todos los políticos" tienen intereses oscuros es válida. La afirmación podría ser una simplificación excesiva que ignora la diversidad de motivaciones y comportamientos entre los políticos. La falta de datos específicos que respalden la afirmación de que todos los políticos tienen estos intereses oscuros es un punto crítico a considerar.

4. Conclusion

Verdict: Mostly False

La afirmación de que "todos los políticos tienen intereses oscuros bajo sus fachadas de discursos y promesas gratas" es calificada como "Mayormente Falsa" debido a la falta de evidencia que respalde la generalización absoluta de que todos los políticos ocultan intenciones oscuras. Si bien hay estudios que indican una creciente desconfianza hacia los políticos y una percepción de incoherencia entre sus discursos y acciones, estos hallazgos no son suficientes para concluir que todos los políticos operan bajo intereses oscuros.

Es importante reconocer que la afirmación simplifica la complejidad del comportamiento político y no toma en cuenta la diversidad de motivaciones que pueden existir entre los políticos. Además, las fuentes consultadas presentan limitaciones, como el contexto específico de algunos estudios y posibles sesgos en la interpretación de los datos.

Los lectores deben ser conscientes de estas limitaciones y evaluar críticamente la información presentada. La desconfianza hacia los políticos puede ser válida en ciertos contextos, pero no se puede generalizar a todos los individuos en la política.

5. Sources

  1. Las promesas y las demandas en política. Link
  2. Análisis comparativo del uso de la ironía en el discurso. Link
  3. Análisis del discurso político de los líderes de la transición. Link
  4. EDiSo - La promesa y el discurso político. Link
  5. Reflexiones para el análisis del discurso populista. Link
  6. La incoherencia y las promesas incumplidas les ocasionan desprestigio a los políticos. Link
  7. Análisis del Discurso Político Como Estrategia Persuasiva. Link
  8. Análisis De Discurso Político: Un Estudio De Caso De Distintas Ideologías. Link
  9. El lado oscuro de las promesas de campaña - El Mañana de Reynosa. Link
  10. Análisis del discurso político de Nayib Bukele. Link

Have a claim you want to verify? It's 100% Free!

Our AI-powered fact-checker analyzes claims against thousands of reliable sources and provides evidence-based verdicts in seconds. Completely free with no registration required.

💡 Try:
"Coffee helps you live longer"
100% Free
No Registration
Instant Results

Comments

Leave a comment

Loading comments...

More Fact Checks to Explore

Discover similar claims and stay informed with these related fact-checks

🔍
Partially True
🎯 Similar

Fact Check: La tasa de pobreza en la Argentina habría estado por debajo de 37% en el segundo semestre del año pasado. De confirmarse el dato, sería una caída importante con relación al 52,9% al que llegó la medición en la primera parte de 2024. El próximo 31 de marzo, el Indec dará a conocer el dato oficial, pero las proyecciones de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) muestran que la tasa estaría en torno al 36,8%. De esta forma, sería el nivel más bajo desde el primer semestre de 2022 (36,5%). El presidente Javier Milei mencionó esta estimación hoy en una entrevista cuando dijo que la economía está creciendo fuertemente y que la inflación está cayendo. “La pobreza en la frecuencia mensual, medida por Martín González Rozada de la Universidad Di Tella, muestra que la bajamos de 57% a 36%; es decir, bajamos 21 puntos la pobreza y sacamos a casi 10 millones de personas de la pobreza. En ese contexto, donde sigue bajando la inflación, siguen subiendo los salarios reales y las jubilaciones, donde a la gente le va muchísimo mejor, estamos en niveles de popularidad récord y tenemos intención de votos del orden del entre el 45% y el 50%“, dijo el mandatario, en una entrevista con A24. El econometrista González Rozada utiliza los microdatos de la encuesta permanente de hogares (EPH) que publica el Indec para anticipar el dato semestral de pobreza. Según sus estimaciones, la tasa de pobreza habría bajado de 41,8% del segundo semestre de 2023 a 36,8% en el mismo período del año pasado, mientras que la indigencia habría bajado de 12,2% a 9,2%. De esta forma, en su primer año de gobierno, Milei habría reducido la tasa de pobreza, pese al ajuste fiscal de casi cinco puntos del producto que realizó. El pico de la medición de pobreza fue en el primer trimestre, con una tasa de 54,8%, que habría bajado a 34,8% en el último trimestre del año. La baja tan pronunciada se explica directamente por la fuerte caída de la tasa de inflación, que pasó de 211,4% a finales de 2023 a 117,8%, el año pasado. Esto, a su vez, permitió que mejorara el poder adquisitivo vinculado a la compra de los productos que integran la canasta básica total (CBT), que mide la pobreza y que en 2024 aumentó 106,6%, y la canasta básica alimentaria (CBA), que mide la indigencia y subió 86,7% anual. “La tasa de pobreza se reduce porque a partir del semestre febrero-julio, los ingresos de los hogares empezaron a crecer más que los precios de la canasta básica total, que mide la pobreza. Este crecimiento de los ingresos se da en parte por la caída de la tasa de inflación”, dijo González Rozada, a LA NACION. El economista estima que mientras que la inflación siga bajando, seguirá cayendo la pobreza. “La evolución de la inflación esperada por el consenso del mercado es de 2,3% para enero y estimo que la CBT esté por debajo de ese valor en aumentos porcentuales similares a los que hubo en noviembre [1,5%] y diciembre [2,3%]. Por lo tanto, esperaría que la pobreza siga bajando, tal vez no al ritmo que ha bajado entre el primer y segundo semestre de año pasado, pero que se mantenga o siga bajando un poquito”, dijo González Rozada. Las estimaciones coinciden con las realizadas por el economista Leopoldo Tornarolli, investigador senior del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas), que depende de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). “La inflación es el fenómeno que explica en los últimos años la evolución de la pobreza monetaria, que es como se llama la medición de la pobreza argentina, que es por ingresos. Este método es muy sensible a la variación de la inflación. Si el Gobierno lograba desacelerar la inflación, iba a haber una caída en la pobreza. Quizás no se esperaba una caída de esa magnitud”, dijo en una entrevista con este medio. El Gobierno, además, en el último año aumentó las transferencias destinadas a la asignación universal por hijo (AUH) y a la tarjeta Alimentar, que ayudó a disminuir la tasa de indigencia. Fue el único gasto del Estado que creció en 2024 por encima de la inflación. Según los últimos datos disponibles del Indec, una familia tipo (dos adultos y dos menores) necesitó ganar en diciembre más de un millón de pesos para no ser pobre ($1.024.435), mientras que necesitó ingresos por $449.314 para no ser indigente. “El Gobierno trató de preservar el poder adquisitivo de los ingresos sociales, inclusive de incrementarlos, tal vez porque era consciente del impacto tan fuerte que iba a tener las medidas iniciales de estabilización y devaluación. Eso tuvo algún impacto, aunque no creo que sea la explicación principal para los números de pobreza. Si vemos los ingresos de los hogares que viven cerca de la línea de la pobreza, los que son menos pobres entre los pobres y los que son más pobres entre los no pobres, siguen teniendo principalmente ingresos laborales”, dijo Tornarolli. En cuanto a los datos oficiales de pobreza, el Indec informó en septiembre que en el primer semestre, la cantidad de personas pobres, si se proyectan los datos oficiales a todos el país, fue casi 25 millones, mientras que la indigencia alcanzó a 8,5 millones personas.

Detailed fact-check analysis of: La tasa de pobreza en la Argentina habría estado por debajo de 37% en el segundo semestre del año pasado. De confirmarse el dato, sería una caída importante con relación al 52,9% al que llegó la medición en la primera parte de 2024. El próximo 31 de marzo, el Indec dará a conocer el dato oficial, pero las proyecciones de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) muestran que la tasa estaría en torno al 36,8%. De esta forma, sería el nivel más bajo desde el primer semestre de 2022 (36,5%). El presidente Javier Milei mencionó esta estimación hoy en una entrevista cuando dijo que la economía está creciendo fuertemente y que la inflación está cayendo. “La pobreza en la frecuencia mensual, medida por Martín González Rozada de la Universidad Di Tella, muestra que la bajamos de 57% a 36%; es decir, bajamos 21 puntos la pobreza y sacamos a casi 10 millones de personas de la pobreza. En ese contexto, donde sigue bajando la inflación, siguen subiendo los salarios reales y las jubilaciones, donde a la gente le va muchísimo mejor, estamos en niveles de popularidad récord y tenemos intención de votos del orden del entre el 45% y el 50%“, dijo el mandatario, en una entrevista con A24. El econometrista González Rozada utiliza los microdatos de la encuesta permanente de hogares (EPH) que publica el Indec para anticipar el dato semestral de pobreza. Según sus estimaciones, la tasa de pobreza habría bajado de 41,8% del segundo semestre de 2023 a 36,8% en el mismo período del año pasado, mientras que la indigencia habría bajado de 12,2% a 9,2%. De esta forma, en su primer año de gobierno, Milei habría reducido la tasa de pobreza, pese al ajuste fiscal de casi cinco puntos del producto que realizó. El pico de la medición de pobreza fue en el primer trimestre, con una tasa de 54,8%, que habría bajado a 34,8% en el último trimestre del año. La baja tan pronunciada se explica directamente por la fuerte caída de la tasa de inflación, que pasó de 211,4% a finales de 2023 a 117,8%, el año pasado. Esto, a su vez, permitió que mejorara el poder adquisitivo vinculado a la compra de los productos que integran la canasta básica total (CBT), que mide la pobreza y que en 2024 aumentó 106,6%, y la canasta básica alimentaria (CBA), que mide la indigencia y subió 86,7% anual. “La tasa de pobreza se reduce porque a partir del semestre febrero-julio, los ingresos de los hogares empezaron a crecer más que los precios de la canasta básica total, que mide la pobreza. Este crecimiento de los ingresos se da en parte por la caída de la tasa de inflación”, dijo González Rozada, a LA NACION. El economista estima que mientras que la inflación siga bajando, seguirá cayendo la pobreza. “La evolución de la inflación esperada por el consenso del mercado es de 2,3% para enero y estimo que la CBT esté por debajo de ese valor en aumentos porcentuales similares a los que hubo en noviembre [1,5%] y diciembre [2,3%]. Por lo tanto, esperaría que la pobreza siga bajando, tal vez no al ritmo que ha bajado entre el primer y segundo semestre de año pasado, pero que se mantenga o siga bajando un poquito”, dijo González Rozada. Las estimaciones coinciden con las realizadas por el economista Leopoldo Tornarolli, investigador senior del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas), que depende de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). “La inflación es el fenómeno que explica en los últimos años la evolución de la pobreza monetaria, que es como se llama la medición de la pobreza argentina, que es por ingresos. Este método es muy sensible a la variación de la inflación. Si el Gobierno lograba desacelerar la inflación, iba a haber una caída en la pobreza. Quizás no se esperaba una caída de esa magnitud”, dijo en una entrevista con este medio. El Gobierno, además, en el último año aumentó las transferencias destinadas a la asignación universal por hijo (AUH) y a la tarjeta Alimentar, que ayudó a disminuir la tasa de indigencia. Fue el único gasto del Estado que creció en 2024 por encima de la inflación. Según los últimos datos disponibles del Indec, una familia tipo (dos adultos y dos menores) necesitó ganar en diciembre más de un millón de pesos para no ser pobre ($1.024.435), mientras que necesitó ingresos por $449.314 para no ser indigente. “El Gobierno trató de preservar el poder adquisitivo de los ingresos sociales, inclusive de incrementarlos, tal vez porque era consciente del impacto tan fuerte que iba a tener las medidas iniciales de estabilización y devaluación. Eso tuvo algún impacto, aunque no creo que sea la explicación principal para los números de pobreza. Si vemos los ingresos de los hogares que viven cerca de la línea de la pobreza, los que son menos pobres entre los pobres y los que son más pobres entre los no pobres, siguen teniendo principalmente ingresos laborales”, dijo Tornarolli. En cuanto a los datos oficiales de pobreza, el Indec informó en septiembre que en el primer semestre, la cantidad de personas pobres, si se proyectan los datos oficiales a todos el país, fue casi 25 millones, mientras que la indigencia alcanzó a 8,5 millones personas.

Mar 11, 2025
Read more →
🔍
Partially True
🎯 Similar

Fact Check: ISLAMISMO E WOKEISMO Há mais de três décadas, Samuel Huntington cometeu a imperdoável heresia de afirmar o óbvio: que o conflito entre a civilização ocidental e o Islão não era uma invenção moderna, mas uma realidade com mais de treze séculos de existência. Pior ainda: teve o desplante de sugerir que o conflito se agravaria. Infelizmente para os arautos da negação permanente, os factos alinharam-se com o diagnóstico. Desde a sua génese, o Islão não se limitou a pregar. Impôs-se. Expandiu-se à força de espada, não de tratados. Onde chegou, não fez coexistência: fez conversão, submissão ou erradicação. Muitos povos, culturas, religiões desapareceram. O Islão avançou durante um milénio, enquanto o Cristianismo recuava. As cruzadas, tão convenientemente demonizadas nos manuais escolares, não foram agressão, mas reacção. A própria identidade europeia só se consolidou em contraponto à agressividade islâmica. A Europa acordou verdadeiramente com o cerco de Viena, em 1683. Foi aí, e só aí, que o recuo do Islão começou. Daí até hoje, foram escassos três século e meio. Um sopro na história, em que o Ocidente se libertou, inventou, construiu, pensou, e avançou. E o mundo islâmico... estagnou. Não por falta de recursos, mas por ser portador de valores errados. Durante a era do marxismo clássico, o conflito islâmico foi dissimulado. A repressão soviética, paradoxalmente, congelou muitos focos de jihadismo. Mas bastou o colapso dessa ortodoxia totalitária para que emergisse o “islamismo”. Não como fé, mas como ideologia política de guerra cultural. Com um detalhe instrutivo: reciclando a velha fraseologia da esquerda. Surgiu a estranha aliança entre Marx e Maomé, agora, actualizada com as roupas carnavalescas do “wokismo” pós-moderno. O novo pacto doentio entre a jihad e os justiceiros sociais do Ocidente é real. Não há fronteiras entre a extrema-esquerda, o islamismo e a extrema-direita quando se trata de odiar o Ocidente. As manifestações em Berlim, Lisboa, Nova Iorque ou Paris a favor do Hamas, reúnem marxistas reciclados, neonazis recicláveis, jihadistas e idiotas úteis com diplomas em Estudos de Género. Entretanto, em praticamente todos os focos de conflito planetário há um denominador comum: o Islão como actor beligerante. Contra judeus no Médio Oriente. Contra hindus na Caxemira. Contra cristãos na Nigéria, Moçambique e Filipinas. Contra budistas na Birmânia. Contra ortodoxos nos Balcãs. Contra ateus na China. E, claro, contra outras seitas muçulmanas no Irão, Síria, Iraque, Paquistão ou Sudão. Um conflito com o mundo inteiro, mas cuja culpa, dizem-nos, é... do Ocidente. Os herdeiros do marxismo, agora de parafernália woke e pronome no crachá, continuam a recitar o mantra do "opressor versus oprimido", encaixando o Islão como eterno oprimido e o Ocidente como opressor. A existência de Israel, claro, é apresentada como a raiz de todos os males, uma fixação patológica que diz mais sobre quem a defende do que sobre a realidade. Bernard Lewis desmontou esta narrativa pueril ainda em 1990. Lembrou que os colonizadores saíram, os impérios acabaram, os recursos foram devolvidos, os ditadores ocidentais depostos e, no entanto, o ressentimento aumentou. A razão é simples: o problema não é o que o Ocidente faz, é o que o Ocidente é. A liberdade, a igualdade entre sexos, a laicidade, a democracia liberal, tudo isso é, para o islamismo, uma ofensa existencial. E eles dizem-no com clareza. Ayman al-Zawahiri, sucessor de Bin Laden, explicou sem rodeios: “A nossa guerra com Israel não é sobre fronteiras, é uma jihad pela religião de Alá, até que esta domine.” Mas não é só Israel. O Ocidente inteiro é Dar al-Harb, o território de guerra. Hoje, a jihad não se faz apenas em Gaza ou no Líbano. Faz-se nos bairros de Paris, nas escolas de Londres, nas universidades de Estocolmo. Faz-se com ataques, com exigências, com insultos, com assassinatos e com silêncios. Imediatamente após o massacre terrorista de 7 de Outubro, o que fez a nova esquerda? Saiu em defesa das vítimas? Não! Organizou manifestações pró-Hamas nas capitais europeias e americanas, com slogans como “Glória aos mártires”. As mesmas vozes que censuram microagressões e pronúncias impróprias, acharam aceitável glorificar actos de barbárie medieval. Em Nova Iorque, Londres, Paris e Berlim, manifestações promovidas por grupos progressistas e universitários colaram-se aos slogans islamistas com total naturalidade. Bandeiras do Hamas e cartazes a pedir “intifada global” foram exibidos... ao lado de bandeiras LGBTQ+ e trans. Em Harvard, Columbia e Yale, mais de 30 grupos de estudantes declararam que Israel era o único culpado pelo massacre de 7 de Outubro. Em vez de protestarem contra o Hamas por assassinar civis, as manifestações universitárias acusaram... Israel de “apartheid”, “colonialismo” e, claro, de “genocídio”. Num dos momentos mais surreais de 2023, uma coligação de grupos LGBTQ+ da Universidade de Berkeley organizou uma vigília em homenagem aos palestinianos, mesmo sabendo que o Hamas executa homossexuais em público. Em 2024, o Conselho de Direitos Humanos da ONU condenou Israel por "uso desproporcional da força", mas não fez qualquer referência às atrocidades cometidas pelo Hamas. Os membros da Organização para a Cooperação Islâmica votaram em bloco, acompanhados por países ocidentais influenciados pela nova ortodoxia woke, como a Noruega e a Irlanda. Este é o resultado da fusão entre o relativismo moral pós-colonial e a militância islâmica. A equação é simples: O Ocidente é sempre o opressor. O "Outro" (mesmo que terrorista, misógino e homofóbico) é sempre o oprimido. A palavra mágica “islamofobia” tornou-se uma arma semântica para silenciar qualquer crítica ao islamismo, mesmo quando este se traduz em decapitações, perseguições religiosas ou apartheid sexual. No Reino Unido, um professor de Batley Grammar School foi forçado a viver escondido com escolta policial por ter mostrado uma caricatura de Maomé numa aula sobre liberdade de expressão. O governo e os media ajoelharam-se à turba islâmica que exigia a cabeça do blasfemo. Onde estavam os "progressistas"? A condenar... o professor. Políticos como George Galloway, trotskista reciclado e muçulmano honorário (eleito em Rochdale, 2024) fizeram campanha abertamente com base na causa palestiniana e nos votos da comunidade muçulmana, enquanto difamavam Israel e relativizavam o terrorismo. Em Birmingham e Londres, há conselheiros municipais que apoiaram declarações públicas contra “a ocupação sionista” enquanto defendem leis inspiradas na sharia dentro das suas comunidades. Em zonas de maioria muçulmana em França, Suécia, Bélgica e Reino Unido, há códigos de conduta paralelos onde as mulheres são pressionadas a cobrir-se, mesmo sendo europeias, e os homossexuais são aconselhados a "não provocar". A esquerda, alegada defensora das liberdades civis? Silenciada pela interseccionalidade e pelo medo de parecer “islamofóbica”. A aliança entre o islamismo político e a ideologia woke é mais do que uma incongruência: é uma bomba moral. De um lado, temos uma ideologia teocrática que despreza os valores liberais. Do outro, temos uma elite ocidental decadente, autofágica, envergonhada da sua civilização e disposta a sacrificar a liberdade em nome da inclusão. A esquerda woke não se aliou ao Islão por partilhar os seus valores. Aliou-se por odiar os nossos. O Ocidente acelera a sua própria desintegração, e a implosão vem de dentro. Os comediantes autocensuram-se. Os jornalistas olham para o lado. E os políticos ajoelham. Uma cortina de medo está a descer sobre o Ocidente. A mesma que desce sempre que a liberdade é sacrificada em nome do multiculturalismo descontrolado, da tolerância suicida ou da estupidez académica. Há quem ainda não tenha entendido o que está em jogo. Mas em 2001, um punhado de passageiros do voo 93 da United Airlines compreendeu. Em quarenta minutos, souberam distinguir o bem do mal. E agiram. Não morreram como cordeiros. Lutaram, e salvaram centenas de vidas.

Detailed fact-check analysis of: ISLAMISMO E WOKEISMO Há mais de três décadas, Samuel Huntington cometeu a imperdoável heresia de afirmar o óbvio: que o conflito entre a civilização ocidental e o Islão não era uma invenção moderna, mas uma realidade com mais de treze séculos de existência. Pior ainda: teve o desplante de sugerir que o conflito se agravaria. Infelizmente para os arautos da negação permanente, os factos alinharam-se com o diagnóstico. Desde a sua génese, o Islão não se limitou a pregar. Impôs-se. Expandiu-se à força de espada, não de tratados. Onde chegou, não fez coexistência: fez conversão, submissão ou erradicação. Muitos povos, culturas, religiões desapareceram. O Islão avançou durante um milénio, enquanto o Cristianismo recuava. As cruzadas, tão convenientemente demonizadas nos manuais escolares, não foram agressão, mas reacção. A própria identidade europeia só se consolidou em contraponto à agressividade islâmica. A Europa acordou verdadeiramente com o cerco de Viena, em 1683. Foi aí, e só aí, que o recuo do Islão começou. Daí até hoje, foram escassos três século e meio. Um sopro na história, em que o Ocidente se libertou, inventou, construiu, pensou, e avançou. E o mundo islâmico... estagnou. Não por falta de recursos, mas por ser portador de valores errados. Durante a era do marxismo clássico, o conflito islâmico foi dissimulado. A repressão soviética, paradoxalmente, congelou muitos focos de jihadismo. Mas bastou o colapso dessa ortodoxia totalitária para que emergisse o “islamismo”. Não como fé, mas como ideologia política de guerra cultural. Com um detalhe instrutivo: reciclando a velha fraseologia da esquerda. Surgiu a estranha aliança entre Marx e Maomé, agora, actualizada com as roupas carnavalescas do “wokismo” pós-moderno. O novo pacto doentio entre a jihad e os justiceiros sociais do Ocidente é real. Não há fronteiras entre a extrema-esquerda, o islamismo e a extrema-direita quando se trata de odiar o Ocidente. As manifestações em Berlim, Lisboa, Nova Iorque ou Paris a favor do Hamas, reúnem marxistas reciclados, neonazis recicláveis, jihadistas e idiotas úteis com diplomas em Estudos de Género. Entretanto, em praticamente todos os focos de conflito planetário há um denominador comum: o Islão como actor beligerante. Contra judeus no Médio Oriente. Contra hindus na Caxemira. Contra cristãos na Nigéria, Moçambique e Filipinas. Contra budistas na Birmânia. Contra ortodoxos nos Balcãs. Contra ateus na China. E, claro, contra outras seitas muçulmanas no Irão, Síria, Iraque, Paquistão ou Sudão. Um conflito com o mundo inteiro, mas cuja culpa, dizem-nos, é... do Ocidente. Os herdeiros do marxismo, agora de parafernália woke e pronome no crachá, continuam a recitar o mantra do "opressor versus oprimido", encaixando o Islão como eterno oprimido e o Ocidente como opressor. A existência de Israel, claro, é apresentada como a raiz de todos os males, uma fixação patológica que diz mais sobre quem a defende do que sobre a realidade. Bernard Lewis desmontou esta narrativa pueril ainda em 1990. Lembrou que os colonizadores saíram, os impérios acabaram, os recursos foram devolvidos, os ditadores ocidentais depostos e, no entanto, o ressentimento aumentou. A razão é simples: o problema não é o que o Ocidente faz, é o que o Ocidente é. A liberdade, a igualdade entre sexos, a laicidade, a democracia liberal, tudo isso é, para o islamismo, uma ofensa existencial. E eles dizem-no com clareza. Ayman al-Zawahiri, sucessor de Bin Laden, explicou sem rodeios: “A nossa guerra com Israel não é sobre fronteiras, é uma jihad pela religião de Alá, até que esta domine.” Mas não é só Israel. O Ocidente inteiro é Dar al-Harb, o território de guerra. Hoje, a jihad não se faz apenas em Gaza ou no Líbano. Faz-se nos bairros de Paris, nas escolas de Londres, nas universidades de Estocolmo. Faz-se com ataques, com exigências, com insultos, com assassinatos e com silêncios. Imediatamente após o massacre terrorista de 7 de Outubro, o que fez a nova esquerda? Saiu em defesa das vítimas? Não! Organizou manifestações pró-Hamas nas capitais europeias e americanas, com slogans como “Glória aos mártires”. As mesmas vozes que censuram microagressões e pronúncias impróprias, acharam aceitável glorificar actos de barbárie medieval. Em Nova Iorque, Londres, Paris e Berlim, manifestações promovidas por grupos progressistas e universitários colaram-se aos slogans islamistas com total naturalidade. Bandeiras do Hamas e cartazes a pedir “intifada global” foram exibidos... ao lado de bandeiras LGBTQ+ e trans. Em Harvard, Columbia e Yale, mais de 30 grupos de estudantes declararam que Israel era o único culpado pelo massacre de 7 de Outubro. Em vez de protestarem contra o Hamas por assassinar civis, as manifestações universitárias acusaram... Israel de “apartheid”, “colonialismo” e, claro, de “genocídio”. Num dos momentos mais surreais de 2023, uma coligação de grupos LGBTQ+ da Universidade de Berkeley organizou uma vigília em homenagem aos palestinianos, mesmo sabendo que o Hamas executa homossexuais em público. Em 2024, o Conselho de Direitos Humanos da ONU condenou Israel por "uso desproporcional da força", mas não fez qualquer referência às atrocidades cometidas pelo Hamas. Os membros da Organização para a Cooperação Islâmica votaram em bloco, acompanhados por países ocidentais influenciados pela nova ortodoxia woke, como a Noruega e a Irlanda. Este é o resultado da fusão entre o relativismo moral pós-colonial e a militância islâmica. A equação é simples: O Ocidente é sempre o opressor. O "Outro" (mesmo que terrorista, misógino e homofóbico) é sempre o oprimido. A palavra mágica “islamofobia” tornou-se uma arma semântica para silenciar qualquer crítica ao islamismo, mesmo quando este se traduz em decapitações, perseguições religiosas ou apartheid sexual. No Reino Unido, um professor de Batley Grammar School foi forçado a viver escondido com escolta policial por ter mostrado uma caricatura de Maomé numa aula sobre liberdade de expressão. O governo e os media ajoelharam-se à turba islâmica que exigia a cabeça do blasfemo. Onde estavam os "progressistas"? A condenar... o professor. Políticos como George Galloway, trotskista reciclado e muçulmano honorário (eleito em Rochdale, 2024) fizeram campanha abertamente com base na causa palestiniana e nos votos da comunidade muçulmana, enquanto difamavam Israel e relativizavam o terrorismo. Em Birmingham e Londres, há conselheiros municipais que apoiaram declarações públicas contra “a ocupação sionista” enquanto defendem leis inspiradas na sharia dentro das suas comunidades. Em zonas de maioria muçulmana em França, Suécia, Bélgica e Reino Unido, há códigos de conduta paralelos onde as mulheres são pressionadas a cobrir-se, mesmo sendo europeias, e os homossexuais são aconselhados a "não provocar". A esquerda, alegada defensora das liberdades civis? Silenciada pela interseccionalidade e pelo medo de parecer “islamofóbica”. A aliança entre o islamismo político e a ideologia woke é mais do que uma incongruência: é uma bomba moral. De um lado, temos uma ideologia teocrática que despreza os valores liberais. Do outro, temos uma elite ocidental decadente, autofágica, envergonhada da sua civilização e disposta a sacrificar a liberdade em nome da inclusão. A esquerda woke não se aliou ao Islão por partilhar os seus valores. Aliou-se por odiar os nossos. O Ocidente acelera a sua própria desintegração, e a implosão vem de dentro. Os comediantes autocensuram-se. Os jornalistas olham para o lado. E os políticos ajoelham. Uma cortina de medo está a descer sobre o Ocidente. A mesma que desce sempre que a liberdade é sacrificada em nome do multiculturalismo descontrolado, da tolerância suicida ou da estupidez académica. Há quem ainda não tenha entendido o que está em jogo. Mas em 2001, um punhado de passageiros do voo 93 da United Airlines compreendeu. Em quarenta minutos, souberam distinguir o bem do mal. E agiram. Não morreram como cordeiros. Lutaram, e salvaram centenas de vidas.

Aug 6, 2025
Read more →
🔍
Mostly False
🎯 Similar

Fact Check: "La historia de esa guerra se resume en: Inglaterra: Refugiados, tomen esta tierra. Palestina: Oye pero nosotros estamos acá. Inglaterra: Dividanse Palestina: No quiero, mejor voy a matar a todos los Israelitas y quedarme con todo en nombre de mi Dios. Israel: No puedes we, a nosotros nos apoyan potencias, somos mejores. Palestina: Inicia una guerra y casi mueren todos los Palestinos Israel: Tendré piedad, no soy la Alemania Nazi de la que huimos. Deja de perseguirnos. Palestina: No quiero, voy a criar más "soldados" y atacarmos de nuevo. Israel: Inglaterra, haz algo. Inglaterra: Pos no más. Ya fue, resuelvan ustedes, me void." Qué es verdad y que no.

Detailed fact-check analysis of: "La historia de esa guerra se resume en: Inglaterra: Refugiados, tomen esta tierra. Palestina: Oye pero nosotros estamos acá. Inglaterra: Dividanse Palestina: No quiero, mejor voy a matar a todos los Israelitas y quedarme con todo en nombre de mi Dios. Israel: No puedes we, a nosotros nos apoyan potencias, somos mejores. Palestina: Inicia una guerra y casi mueren todos los Palestinos Israel: Tendré piedad, no soy la Alemania Nazi de la que huimos. Deja de perseguirnos. Palestina: No quiero, voy a criar más "soldados" y atacarmos de nuevo. Israel: Inglaterra, haz algo. Inglaterra: Pos no más. Ya fue, resuelvan ustedes, me void." Qué es verdad y que no.

Apr 9, 2025
Read more →
Fact Check: Vivimos en Idiocracia todos los días.
Needs Research

Fact Check: Vivimos en Idiocracia todos los días.

Detailed fact-check analysis of: Vivimos en Idiocracia todos los días.

Mar 11, 2025
Read more →
Fact Check: MULTIPLE SOURCES CONFIRM THAT ICE IS NOW GOING FROM PARK TO PARK IN LOS ANGELES, ARRESTING CAREGIVERS... SOME WHO ARE LEGAL RESIDENTS, AND SEPARATING THEM FROM THE AMERICAN CHILDREN THEY'RE CARING FOR.
KIDS ARE BEING THROWN INTO THE BACK OF VAN UNTIL THEIR PARENTS ARE LOCATED.
False

Fact Check: MULTIPLE SOURCES CONFIRM THAT ICE IS NOW GOING FROM PARK TO PARK IN LOS ANGELES, ARRESTING CAREGIVERS... SOME WHO ARE LEGAL RESIDENTS, AND SEPARATING THEM FROM THE AMERICAN CHILDREN THEY'RE CARING FOR. KIDS ARE BEING THROWN INTO THE BACK OF VAN UNTIL THEIR PARENTS ARE LOCATED.

Detailed fact-check analysis of: MULTIPLE SOURCES CONFIRM THAT ICE IS NOW GOING FROM PARK TO PARK IN LOS ANGELES, ARRESTING CAREGIVERS... SOME WHO ARE LEGAL RESIDENTS, AND SEPARATING THEM FROM THE AMERICAN CHILDREN THEY'RE CARING FOR. KIDS ARE BEING THROWN INTO THE BACK OF VAN UNTIL THEIR PARENTS ARE LOCATED.

Jul 29, 2025
Read more →
Fact Check: Todos los políticos tienen intereses oscuros bajo sus fachadas de discursos y promesas gratas. Tanto de derechas como de izquierdas. | TruthOrFake Blog